21 de mayo de 2017

17ª CARTA

        Querido Pablo:
        ¡¡Aleluya!! ¡Acabo de volver de hablar con la oncóloga y tengo grandes noticias! La primera y mejor, que no necesito radioterapia, cosa que ya me había dicho el cirujano, pero me ha dado más tranquilidad que me lo confirmara esta doctora. La segunda, que me han pedido disculpas por no haberme citado antes (falta de personal, bajas maternales, muchos pacientes, ba-bla-bla...) y me ha dicho que empiezo las sesiones de quimioterapia el día veintiocho de este mes, dentro de una semana justa. ¡Por fin!
        He ido al hospital con mi hermana a las cuatro de la tarde y al llegar nos ha parecido raro que no hubiese nadie ni en la sala de espera ni en frente de la puerta de la unidad de mama; me he acercado a mirar los horarios y he visto que los dos, señora y caballero, tenían la consulta de 10:00 a 14:00 de la tarde, así que se me han alterado los pulsos imaginando un error, más retrasos, etc., pero casi al instante ha salido una enfermera y nos ha hecho pasar aunque todavía no era la hora.
        La oncóloga era joven (todo el mundo es joven ahora, los médicos, los policías, los conductores de autobús.. ¿lo has notado tu también?) y algo seca, pero es que según mi prima Concha, los oncólogos se muestran siempre algo distantes y tratan de no cogernos cariño por si les damos el disgusto de morirnos. ¿Qué prácticos verdad?
        Bueno, pues la doctora me ha dicho que me darán ocho sesiones de quimio, repartidas en dos ciclos distintos de cuatro sesiones cada una y empezaré el veintiocho de diciembre; casi parece una inocentada. También me ha explicado los efectos secundarios más corrientes de este ciclo y será mejor que te sientes antes de leerlos: caída total del pelo, nauseas y vómitos, estreñimiento, falta de apetito y mal sabor de boca, pérdida de peso, deterioro de la uñas de pies y manos, sequedad de la piel y las mucosas, cansancio y taquicardias. Francamente, no sé que es peor, que te dejen en la ignorancia o que te suelten toda esta retahíla de calamidades. Ah, y como estaré muy baja de defensas debo acudir a urgencias en cuanto tenga fiebre, porque al estar tan floja, se me puede complicar hasta el catarro más tonto.
        _ Oye, me ha dado la impresión de que eras la única paciente citada hoy y que no reciben a nadie a estas horas. Fíjate, cuando hemos llegado no había ni un alma, hemos estado aquí dentro casi media hora y al salir seguía desierta toda la planta, pasillos incluidos. ¿A que te han llamado a toda prisa por lo burra y lo xenófoba que te pusiste el otro día en Atención al Paciente?
        Me he quedado algo abochornada, pero pensándolo ahora más despacio creo que han debido abrir consulta por las tardes a causa de ese retraso acumulado que comentaba la doctora, no acabo de creer que les causara el otro día tanta impresión , pobre de mí...
        ¿Que como estoy?, me preguntas? Pues mitad contenta y otra mitad asustada. Contenta al ver que mi asunto está en marcha, y asustada por lo que se me viene encima y por lo largo que va a ser este proceso: cinco meses como mínimo, y eso si tengo suerte y pueden ponerme los goteros en las fechas previstas, porque si pillo alguna infección, aunque sea leve, me retrasarán las sesiones de quimio hasta que me recupere del todo.
En fin, de momento voy a disfrutar de la Nochebuena y de la Navidad, por si luego estoy hecha una piltrafa humana. Te deseo, como hago todos los años y este más que nunca, felices Fiestas y SALUD, alegría y SALUD, prosperidad y SALUD, y que el nuevo año sea estupendo para ti en todo. Y yo que lo vea; como decía mi abuela con muchísima razón.
       
        Besos y abrazos para tí.
        Nekane




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