27 de abril de 2017

13ª CARTA

Querido Pablo.


Esto va que vuela, hijo mío: ayer me dio el alta el cirujano y nos despedimos, espero que definitivamente. Estuvo muy simpático y me dijo que a partir de ahora paso a manos de los oncólogos, pero que como despedida, me iba a dar una buena noticia: no necesitaré radioterapia, "sólo" (¡Ja!) me darán quimioterapia. Bueno, pues una desgracia menos, pero yo casi hubiera preferido lo contrario. Ya se que es hablar por hablar porque no entiendo nada de medicina, pero me parece que los tratamientos de radio duran menos y no tienen efectos secundarios tan horripilantes como la quimioterapia: caída total del pelo, nauseas y vómitos, venas quemadas y endurecidas, ... En fin, que yo preferiría la radio, pero el doctor Suárez me ha explicado que como "sólo" (otra vez la palabrita dichosa) tengo dos ganglios axilares afectados será suficiente con el tratamiento de quimio; también me ha dicho que mi tumor no era de los más agresivos y que estaba en una fase intermedia. 

No me lo explico, porque en junio del año pasado me hicieron las mamografías e rutina y me encontraron limpia como una patena, así que el tumor no sería muy malo pero tenía un crecimiento francamente rápido. Bueno, como ha dicho mi hermana, podía ser peor: cabía la posibilidad de que hubiera necesitado los dos tratamientos, primero la quimio y luego la radio; eso les
pasó a dos primas mías, así que tendré que congratularme por mi buena estrella.

Ahora que te menciono a mis primas, hoy me he reído con ellas hasta las lágrimas. Hacía una mañana fabulosa y he quedado con ellas para tomar el aperitivo en el parque, actualmente llamado José Antonio Labordeta y antes Primo de Rivera ¿Te acuerdas? Hemos paseado un buen rato y luego, bien aposentadas frente a unas cañas y unas tapitas, les he comentado lo que me dijo ayer el cirujano y hemos vuelto no sé como al dichoso tema de las prótesis mamarias; entonces mi prima Laura nos ha soltado una noticia delirante:

-¡Chicas, una bomba de última hora! Como ya sabréis, para reconstruir la areola y el pezón cuando ponen una prótesis subcutánea se usa piel de la ingle o de otras zonas aún más "delicadas", ya me entendéis, de la propia paciente (-inciso aclaratorio: yo no tenía ni idea de ese detalle y se me ha puesto la carne de gallina al oírla -).

Bueno, pues según me ha contado una fuente fidedigna, los mejores pezones salen utilizando...¡tachán! ¡la piel del prepucio de un hombre! Es de suponer que el donante será el cónyuge de la cancerosa ¿no?. ¡lastima no haber sabido cuando me operaron a mí, porque os juro que se lo pido al idiota de mi marido!

Aquí intervino su hermana mayor, que trabaja en el despacho de un abogado divorcista:
- Pues más vale que no lo hicieras, porque a lo mejor te lo hubiera reclamado cuando os divorciasteis y se lo hubieras tenido que devolver. Y ahora que lo pienso, no me queda nada claro este asunto. ¿Un prepucio donado voluntariamente podría considerarse bien común, ganancial o privativo? ¡Y si el matrimonio tiene separación de bienes? ¡Aquí hay un vacío legal enorme!
Y otra de las hermanas que está soltera, protestó indignadamente:
-¿Y la que no tiene pareja, qué? Teniendo en cuenta que hay bancos de semen, habría que considerar también seriamente esta necesidad de las mujeres solas y buscar una solución para ellas. ¿Internet, quizás...?

Al llegar a este punto ya nos desternillábamos todas de risa, y ahora me vuelvo a carcajear imaginándome la cara que se te habrá puesto a ti al leer estas verdusqueces. En fin, vamos a dejar este tema, olvida las procacidades que te he contado y alégrate conmigo porque me libro de la radio y "solo" me van a envenenar con la quimio. ¡Eureka!


Hasta pronto, te mando un fuerte abrazo.

Nekane

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